Compilador: Guillermo Munro

Los Hia C’ed O’odham o Areneños, históricamente tuvieron menor población, pero mayor territorio, con mayor carencia de recursos y terrenos más áridos. Vivian al oeste de lo que actualmente se conoce como Organ Pipe y Goldwater Range, Cabeza Prieta, El Pinacate y el Alto Golfo de California hasta el este del Río Colorado. Se les conoce también como Pápagos de la arena o Pinacateños areneños. Son de la misma familia que los Tohono O’odham (Gente del Desierto) y los Akimel O’odham (Gente del Río). A su territorio se le conocía como “Papaguería del Oeste”. Las familias de los Hia C’ed O’odham eran altamente móviles, se especializaban en la cacería y la recolección, algunos tenían sus cultivos de maíz, calabaza y frijol. Viajaban al delta del Río Colorado por carrizo con el que fabricaban flechas, arcos y otros instrumentos. Aunque eran considerablemente móviles, no fueron nómadas. Planeaban muy bien sus viajes para aprovechar al máximo los medios naturales, tomando en cuenta las estaciones del año y el ciclo de los mismos recursos. Algunas residencias permanentes fueron Quitobaquito y Ajo; cultivaban temporalmente en el Suvuk, aquí en El Pinacate y otros lugares apropiados. Historias de la Creación del hombre toman lugar en la sierra de El Pinacate. Llegaron a viajar hasta las Montañas Kofa al norte de Yuma en Arizona y en Sonora hasta Hermosillo.

En la actualidad, la comunidad Hia C’ed O’odham vive a los alrededores de El Pinacate, como en Caborca, Gila Bend, Ajo, Phoenix y pueblos entre medio. Los Hia C’ed O’odham no tienen una reserva propia, ya que en los tratados Pápago Land Claims de 1968 fueron incluidos en la Nación Tohono O’odham. Algunos historiadores creían que la cultura se había extinguido.

Los Tohono O’odham (antes conocidos como Pápagos) vivieron generalmente al este de estas tierras áridas, en partes del Sonoran Desert National Monument y Organ Pipe, viajaban a Goldwater, El Pinacate y el Golfo. Sus viajes a la costa eran ceremoniales, rituales de purificación y para acarrear sal, que simbólicamente traía lluvia del mar hacia el desierto. La actual Reserva de los Tohono O’odham está al sur del Sonoran Desert National Monument y al este de Organ Pipe; ésta fue creada en 1916 y cubre 1’122,815 hectáreas.

Los Akimel O’odham vivían y aún viven por el Río Gila cerca del condado de Maricopa en Arizona, E.U. Cazaban y recolectaban en lo que ahora es el este del Sonoran Desert National Monument, comercializaban y ocasionalmente peleaban con los Quechans. Eran aliados de los Tohono O’odham en comercio, cultura y lenguaje. Algunos son miembros del Ak Chin Indian Community 16 kilómetros al este del monumento. Muchos viven en Gila River Indian Reservation al sur de Phoenix.

Todos los O’odhams (Hia C’ed, Tohono, Akimel) construían pueblos o comunidades de viviendas, los semi-nomádicos Hia C’ed construían ramadas en Quitobaquito y otros lugares como Ajo, Az. Los Tohono se mudaban de sus hogares en las colinas donde pasaban el invierno, para vivir en el verano en sus casas de campo cerca de sus cultivos. Se les conocía como gente de dos pueblos. Los más sedentarios Akimel cultivaban todo el año en el Río Gila, en los arroyos donde desviaban el agua a sus campos por medio de canales.

Vestigios

La gente nativa ha dejado senderos que conectan zonas de campar, pueblos, tinajas, pozos y sitios de cacería. Se distinguen mejor en las bajadas, en el pavimento del desierto, en campos de ceniza volcánica. En estos senderos se pueden apreciar restos de ollas de cerámica, conchas, puntas de flecha y otras herramientas de piedra. Juntaban piedras y formaban montículos que señalaban cruces de senderos, pozos, tinajas, para marcar su paso o para bendecir su viaje. Algunos montículos eran indicadores de dirección y otros servían como escondite para cazar.

Los intaglios son figuras en el suelo generalmente de humanos, animales o formas geométricas. Fueron hechas con piedras en línea o escarbando en el suelo. Algunas figuras miden cientos de metros, no se notan hasta que la luz del sol ilumina de cierto ángulo o de plano se tienen que ver desde el aire. Los petroglifos fueron dibujados en piedras grandes usando otras piedras para marcar. Las pictografías fueron pintadas sobre piedras, estas figuras generalmente representan identidades de clanes, seres mitológicos, direcciones, visiones o eventos memorables.

La cerámica se moldeaba para formar ollas que se utilizaban para cocinar, para almacenar agua, comida o para ceremonias. Se han encontrado ollas intactas con semillas, miel de saguaro seca, carne seca, piedras decorativas y pigmentos para hacer pintura, en cuevas, barrancas o en las dunas. La mayoría de la cerámica encontrada en la región fue elaborada fuera de esta zona árida, y traída de la zona de Yuma o Phoenix que tienen buen barro o arcilla.

Algunas conchas eran cultivadas en la costa, en esteros y eran llevadas al interior del desierto donde se usaban como utensilios y joyería. Antiguos campamentos son indicados por círculos de dormir. Se despejaba el suelo formando círculos de hasta 2.5 metros con piedras y posiblemente ahí se formaba un refugio temporal con varas de ocotillo y otras ramas. Campos con canales y pozos hechos a mano siguen siendo importante evidencia de la agricultura, generalmente cerca de los pueblos. Al norte de Goldwater Range cerca de Gila Bend hay ruinas de comunidades que construían sus viviendas con paredes de adobe y piedra.

Otros sitios de actividad humana son los hornos, los hoyos para asar agave, casas semi-subterráneas, cementerios, basureros, depósitos de heces, banco de materiales. Mucho de lo orgánico como canastas, cuerdas, lanzas y flechas de madera, ropa, embarcaciones de carrizo, ramadas y demás han perecido.

A pesar de que la mayoría de los descendientes ya no viven en la región, estas tierras siguen siendo una parte fundamental para su identidad y patrimonio. Muchos regresan para mantener un vínculo con su religión y con las historias familiares que se siguen transmitiendo de generación en generación. Para ellos es un paisaje repleto de plantas y animales sagrados, humedales y salinas donde empieza la lluvia, cuevas donde vive su creador, piedras donde meditaban sus curanderos, cañones y lomas donde vivían y fueron enterrados, senderos que los llevaron a viajes espirituales, de comercio y de reunión.