Conociendo los nidos del gavilán pescador (Pandion haliaetus) en una comunidad pesquera de la costa de Sonora.

Por: Lucila Armenta Méndez y Manuel Muñoz Espinoza

El gavilán pescador (Pandion haliaetus) es un ave rapaz residente permanente a lo largo de la costa de Sonora, de tamaño cercano a los 60 cm, con 1.7 m de envergadura, esta especie presenta una elección para anidar en lugares muy interesantes y con cercanía a los humanos. Es ave depredador tope, especialmente adaptado para alimentarse de peces que obtiene en cuerpos de agua cercanos a sus nidos, se encuentra distribuido en todos los continentes, con excepción de la Antártida (1) reconocido como una especie indicadora del estado de conservación de los ecosistemas acuáticos locales y propuesto como especie centinela para monitorear el alcance que pueden llegar a tener los contaminantes en humedales a nivel mundial, ya que sus poblaciones disminuyeron drásticamente en toda América del Norte durante las décadas de los años 1960 y 1970, debido a los efectos adversos en su reproducción de los pesticidas organoclorados y otros contaminantes ambientales, especialmente el diclorodifeniltricloroetano (DDT, 2). Gracias a los esfuerzos para su conservación, la especie se ha recuperado y a partir de la década de 1970 las poblaciones de gavilanes pescadores han aumentado en América del Norte y el Paleártico occidental. Para las poblaciones que anidan en el noroeste de México (costa de Baja California, Islas del Golfo de California, costa de Sonora y Sinaloa) se ha encontrado que muestran un crecimiento estable en la mayoría del territorio estudiado, sin embargo, para Sonora disminuyeron en un 26%, de 214 parejas en 1993 a 158 parejas en 2006 (3). Aunque el gavilán pescador ha sido bien estudiado en toda el área de su distribución, existe una necesidad de avanzar en nuestra comprensión de su ecología a nivel regional y evaluar la disponibilidad de sitios para su anidación y las consecuencias en su reproducción ante la exposición continua a contaminantes debido al desarrollo de la agricultura y la minería, que han reducido la cantidad y calidad de su hábitat a lo largo de la costa noroeste de Sonora. Además, los gavilanes pescadores son especies conspicuas y majestuosas, por lo tanto, son una especie llamativa, que vive cerca de las comunidades humanas, lo que proporcionan argumentos para realizar estudios de su reproducción y esfuerzos y programas de divulgación, y de educación ambiental, que permitan generar estrategias para su manejo y conservación.

Por esta razón, en diciembre del 2020 con fondos proporcionados por el Consorcio Binacional UA-CONACYT, también conocido como Consorcio para los Ambientes Áridos de Arizona-México (CAZMEX), comenzamos a estudiar con el apoyo de monitores comunitarios la anidación de los gavilanes pescadores en la costa Noroeste de Sonora, en el ejido Rodolfo Campodónico, a propósito de involucrar a la comunidad local en el proyecto de investigación “Efectos de los contaminantes y actividades humanas en la reproducción del gavilán pescador (Pandion haliaetus) en la costa de Sonora” y enriquecer el conocimiento del grupo de monitores comunitarios “Grupo Lobos” del ejido como una herramienta más para su beneficio cultural, económico y de inclusión en la protección y conservación de los recursos naturales y la zona de anidación de P. haliaetus. Este sitio de estudio se encuentra dentro del sitio Ramsar Humedales de la Bahía de San Jorge, que se extiende a lo largo de 38 kilómetros lineales de costa en el Noroeste de Sonora, ubicado al sur de Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado y hacia el oeste de la Reserva de la Biósfera del Pinacate y Gran Desierto de Altar, esta zona abarca el ecotono humedal-terrestre, que incluye las dunas costeras y algunas salinas; tierra adentro, se encuentra el Desierto Sonorense el cual ha experimentado un desarrollo sustancial de las actividades agrícolas, mineras y turísticas, con áreas al este y sureste de la bahía San Jorge, predominantemente tierras ejidales, parte de la zona agrícola del valle de Caborca, y una grande operación minera que ha modificado el habitat, lo cual representa un riesgo inminente de exposición a contaminantes para la vida silvestre.

Nidos de gavilanes pescadores.

En el ecotono humedal-terrestre de la costa de Sonora, la presencia de cactus columnares proporciona sitios seguros para la anidación de P. haliaetus, particularmente los cardones (Pachycereus pringelei) y los saguaros (Carnegiea gigantea) se encuentran entre los cactus preferidos para construir sus nidos.

En la zona de estudio el cactus dominante es el saguaro, presentando asociaciones con matorrales de hierba del burro (Ambrosia dumosa), gobernadora (Larrea tridentata) y mezquites (Prosopis velutina), cactáceas como la cinita (Lophocereus schotii), chollas (Cylindropuntia spp.) y cabeza de viejo (Mammillaria spp.), armonizando una postal del Desierto Sonorense árido-espinoso convergiendo hacia humedales del Golfo de California, los cuales proveen de refugio, hábitat de crianza y alimento a una variedad de peces e invertebrados, incluyendo especies de gran importancia comercial; justo en este sitio de transición es donde los gavilanes pescadores encuentran el habitat para satisfacer sus necesidades de anidación y alimentación. Durante los meses de noviembre 2020-mayo 2021, correspondiente a la temporada reproductiva de esta especie, hemos detectado 5 nidos activos y 22 nidos inactivos, distribuidos en 4 sitios diferentes entre el ejido R. Campodónico y la costa marina; considerando que los nidos activos son aquellos en los que observamos comportamientos propios de la reproducción, tales como: el cortejo (que consiste en llamados del macho a la hembra y viceversa, vuelos alrededor del nido, ofrendas de alimento a la hembra), construcción y/o mantenimiento del nido (llevar ramas o redes de pesca al nido), ocupación por parejas, copula, presencia de huevos y presencia de volantones, básicamente. Hemos encontrado que las características de los nidos activos presentan un diámetro más grande que los inactivos (>1.5 m) y altura (> 4.5 m), y difieren en el tipo de materiales que utilizan para su construcción. Un análisis más detallado sobre las variables medioambientales in situ de los nidos se determinará posteriormente, así mismo la cobertura vegetal que rodea a cada nido activo e inactivo, y la presencia y concentración de contaminantes ambientales en cascarones y plumas de los gavilanes pescadores. Para describir el uso de los nidos activos, y medir su éxito de anidación, en cada nido instalamos cámaras digitales remotas marca Stealth Cam, bajo el supuesto de que cada nido se utilizó por la misma pareja en una temporada reproductiva, nos ha permitido encontrar la presencia y clasificación de individuos de la siguiente manera: 4 adultos, 2 juveniles reproductivos y 1 volantón (individuo de 2.5 meses). En este sitio también hemos observado que la garza ceniza (Ardea herodias) anida en saguaros en áreas cercanas a los nidos del gavilán pescador; los nidos de  A. herodias suelen ser más pequeños en diámetro, más profundos y de menor altura que los nidos de gavilán pescador,  también los materiales para su construcción son restos vegetales más delgados comparados con los utilizados por los nidos de los gavilanes pescadores, que suelen ser estructuras más duras como raíces o ramas más gruesas, los gavilanes pescadores también utilizan considerablemente restos de las redes de las diferentes artes de pesca de la región. Podemos observar una aparente perfecta adaptación de estas rapaces a un hábitat rodeado de comunidades urbanas y rurales, pesquerías, agricultura y minería. No obstante, en comunicación personal con los pescadores nos han expuesto que años atrás se observaban más individuos anidando en esta región, así como alimentándose en la bahía a lo largo del año. Se ha descrito que estas aves tienen un patrón de cambios rápidos poblaciones a nivel local, aunado a cambios de dispersión espacial cercano a los lugares de donde nacen, lo que provoca que a nivel regional no se vea una disminución en sus poblaciones, puesto que pueden reemplazar sus sitios de anidación y construir nidos en postes de energía eléctrica, telefonía, etc. (3), por esta razón cada sitio de anidación podría variar en cada temporada reproductiva si el hábitat de alguna manera no favorece su éxito reproductivo.

En este sentido, es fundamental para la conservación del gavilán pescador, y otras especies: 1) evaluar como las actividades antropogénicas pueden o no afectar su reproducción, 2) como es que el hábitat a su vez sufre un deterioro paulatinamente y se contamina, así como 3) el impacto en las comunidades del conocimiento y concientización de la ecología de las especies de su región. Ello definitivamente son pautas hacia un mejoramiento y una construcción de conciencia ecológica, valoración biológica y de respeto hacia los paisajes que aún permanecen sin perturbación humana.

Agradecimientos: Dr. Juan Pablo Gallo Reynoso, al CIAD-Guaymas y la Universidad de Arizona. In Memoriam EAP.

Lista de figuras.

  1. Avistamiento de gavilán pescador en diciembre 2020 en el sitio Ramsar Humedales de la Bahía San Jorge, se observa al fondo los jales mineros de la mina de oro del municipio de Caborca. Foto: Lucila Armenta Méndez
  2. Nido de gavilán pescador en noviembre 2021 sitio La Almeja del área de estudio. Foto: Lucila Armenta Méndez
  3. Cámara remota instalada en julio 2021 en un nido activo sitio EL Mesteño del área de estudio. Foto: Lucila Armenta Méndez
  4. Gavilán pescador adulto en nido activo del sitio Boca Ancha del área de estudio, el color amarillo del iris es una característica de un adulto. Foto de cámara remota.
  5. Gavilán pescador adulto hembra, en el sitio El Mesteño del área de estudio, el color del iris amarillo indica que se trata de un adulto y el cuello alargado de que se trata de una hembra. Foto de cámara remota.
  6. Pareja de juveniles en nido activo sitio La Almeja, el tamaño y el color del plumaje son características propias de los juveniles de un año. Foto de cámara remota.
  7. Volantón en nido del sitio El Mesteño, identificado por el color anaranjado del iris, tamaño y coloración blanca de los bordes de las plumas. Foto de cámara remota.

Bibliografía:

  1. Russell, S. M., y Monson G. (1998). The birds of Sonora. Tucson, Arizona. University of Arizona Press.
  2. Rivera-Rodríguez, L. B., y Rodríguez-Estrella, R. (2011). Incidence of organochlorine pesticides and the health condition of nestling ospreys (Pandion haliaetus) at Laguna San Ignacio, a pristine area of Baja California Sur, Mexico. Ecotoxicology, 20(1), 29-38.
  3. Henny, C. J., D. W. Anderson, A. C. Vera y J.-L. Cartron. (2008). Region-wide trends of nesting Ospreys in northwestern Mexico: A three-decade perspective. J. Raptor Res. 42:229–242

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